Orquesta Sinfónica de Falcón inicia temporada de conciertos
Nesyerling Valera- Prensa Fundamusical Bolívar/ Falcón
Este viernes 23 de septiembre la Orquesta Sinfónica de Falcón inicia su temporada de conciertos en el Teatro Armonía de Coro, a las 4:00 de la tarde, bajo la dirección musical de Régulo Medina.
En este concierto inaugural, la Sinfónica de Falcón nos deleitará con la interpretación de la Obertura Carnaval Romano (1844) del compositor Hector Berlioz, escrita para gran orquesta sinfónica en la tonalidad de la mayor y tiene una parte solista a cargo del corno inglés.Es la más bella y vibrante de las oberturas de Berlioz a pesar de su singular origen. Nació del deseo de salvar algo de la música de la ópera Benvenuto Cellini, sepultada en un huracán de silbidos seis años antes. Consta, esencialmente, de dos fragmentos de la ópera, trabajados para orquesta. El dueto del primer acto («O Teresa, vous que j’aime plus que ma vie») forma el Andante, mientras que el Allegro vivace es, sustancialmente, el gran coro del carnaval («Venez, venez, peuple de Rome» y «Ah! sonnez trompettes»). Sólo es realmente nuevo el ingenioso final, en el que los tres elementos convergen un instante, como para simbolizar el amor apasionado de Benvenuto y Teresa en medio del bullicioso torbellino del carnaval.
Para culminar el concierto, presentarán la Sinfonía N° 5 en Do menor Op. 67 de Ludwig van Beethoven, el compositor la comenzó a escribir en 1803 y la terminó en 1807, está dedicada al príncipe Lobkowitz y al conde Andrei Razumovsky y su estreno se realizó en el año 1808 en el Theater an der Wien.
La sinfonía se compone en base a un motivo de cuatro notas que dan coherencia y unidad a sus cuatro movimientos, el primero, Allegro con brío, mantiene una disposición estructural en forma sonata; el segundo movimiento, Andante con moto, se encuentra en la tonalidad de La bemol mayor. Presenta un tema con variaciones dobles a la manera de Haydn, dando comienzo un tema lírico y cantabile al unísono en violonchelos y violas (con acompañamiento en los contrabajos); el tercero, Scherzo – Allegro, se construye en base a una forma ternaria en la tonalidad de Do menor. El carácter trágico y lúgubre se hace patente desde el primer tema, expuesto por violonchelos y contrabajos. Un segundo tema nos recuerda el motivo principal del primer movimiento, esta vez tratado por aumentación y expuesto a modo de llamada en forte por las trompas; el cuarto movimiento, Allegro, presenta un primer gran canto triunfal en Do mayor por medio del viento madera, las trompas y tres trombones, además de la incorporación del flautín y el contrafagot tan poco usuales en la época.